A José de la Colina
Se mece aérea
se desliza
entre ramas troncos postes
revolotea
perezosa
entre los altos frutos eléctricos
cae
oblicua
ya azul
sobre la otra nieve
Hecha
de la misma inmateria que la sombra
no arroja sombra alguna
Tiene
¡a densidad del silencio
La nieve
es nieve pero quema
Los faros
perforan súbitos túneles
al instante
desmoronados
La noche
acribillada
crece se adentra
se ennochece
Pasan
los autos obstinados
todos
por distintas direcciones
hacia el mismo destino
Un día
en los ¡al!os de hierro
estallarán las lámparas
Un día
el mugido del río de motores
ha de apagarse
Un día
estas casas serán colinas
otra vez
el viento entre las piedras
hablará a solas
Oblicua
entre las sombras
insombra
ha de caer
casi azul
sobre la tierra
La misma de ahora
la nieve de hace un millón de años